EL ES EL INFIEL, PERO YO ME SIENTO CULPABLE.

 Por qué?, por qué? por qué me ha pasado esto a mí? Y yo misma me contesté rápidamente:

-No le he dado la cantidad ni la calidad de sexo que él quería (y sobre todo últimamente, pero claro, lo de últimamente más bien fue porque él me esquivaba, así que eso no debería contar). Mea culpa.

-Le he echado un montón de broncas. Siiiiii.....qué horror! broncas exageradas, puntuales, eso si. Una al mes, cuando llegaban las cuentas del banco y veía el desbarajuste. NUNCA, NADA SE ARREGLA CON GRITOS. Da igual que tengamos o no la razón. Mea culpa.

-Y....qué más?....soy culpable de ser bajita y tener poco pecho y tener un físico del montón...Pero así era ya cuando se enamoró de mi....entonces, soy culpable o no?  Pues si.....,  es que al fin se ha dado cuenta de que él era demasiado bueno para mí....Mea culpa.

CULPABILIDAD.....

No es justo echarle toda la culpa al otro y más teniendo en cuenta de que él me había sido fiel durante 18 años. Cuando algo falla en una relación, cuando tu marido lleva una doble vida durante dos años y tu no te enteras alguna responsabilidad has de tener. SE SINCERA CONTIGO MISMA. Lo contrario es infantil e irreal, podrás engañar a los demás, pero a ti misma no puedes, no es sano.

Pero por dios bendito, no te eches toda la culpa hasta llegar a Eva y el pecado original!


Recuerda, él es el que se ha ido con otra. Si las cosas iban mal, POR QUÉ NO ME LO DIJO? POR QUÉ EN NINGÚN MOMENTO INTENTÓ ARREGLARLO ANTES DE BUSCAR OTRA RELACIÓN? No me dió opción a enmendarme. Me descartó y punto. Por no mencionar que él tampoco era perfecto.

En mi caso, la culpabilidad se adueñó por completo de mi, igual que si fuera un alien. Por si no fuera poco el shock de saber que he compartido a mi hombre con otra mujer, ahí tenía la culpabilidad....más ansiedad para mi espíritu. Eso por no contar que además en mi trabajo tenía un estrés morrocotudo. En breve empezaría a tener tics, seguro!

Y además, por si en algún momento se me olvidaba que era culpable, ahí tenía a mi madre para recordármelo (esto merece un capítulo a parte, porque tela marinera con las madres de otra generación, educadas en el machismo más atroz....................................tela.................marinera)

Aquí he insertado algo para corroborar esta idea:
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Culpabilidad, el sentimiento que siempre acompaña a la mujer

Las mujeres tenemos tendencia a sentirnos culpables y responsables de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos sentimos culpables por ir a trabajar y no estar con nuestros hijos y nos sentimos culpables si no vamos a trabajar por llevar a nuestros hijos al médico. Si nuestra relación de pareja fracasa, nos sentimos culpables, si nuestra pareja es infiel, nos sentimos culpables. Y así en todos los ámbitos de nuestra vida. ¿Por qué ese sentimiento de culpabilidad no desaparece nunca?

Sentimiento de culpabilidad, una cuestión de educación

El sentimiento de culpabilidad nos acompaña desde la primera infancia y no nos dejará en ninguna etapa de nuestra vida. Educadas para ser buenas hijas y después buenas madres, para ser trabajadoras eficientes, parejas comprensivas, amigas incondicionales y, además, ser fieles a nosotras mismas. La presión que ejerce esta cantidad de papeles que tenemos que desempeñar hace que nos sintamos responsables de la felicidad de los demás y, cuando las cosas no salen bien, nos sentimos culpables.
La culpa es un sentimiento fundamentalmente femenino. Esto no quiere decir que los hombres nunca sientan culpabilidad, pero experimentan ese sentimiento cuando realmente han fallado o han cometido un error. La diferencia es que las mujeres nos sentimos culpables por absolutamente todo. Pero esta diferente actitud de hombres y mujeres viene a confirmar una vez más que toda la responsabilidad familiar recae en la mujer.
En el camino hacia la igualdad de género, las mujeres hemos ido logrando una serie de derechos, a la vez que hemos ido adquiriendo más responsabilidades. Las mujeres de hoy no desempeñamos un papel diferente al de nuestras abuelas, desempeñamos el mismo y le sumamos muchos más, hasta convertirnos en las llamadas super mujeres capaces de manejar por nosotras mismas cualquier aspecto de nuestra vida y de la de nuestra familia.
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Lo dicho, culpables, culpables, culpables. No hay mejor manera de tener sometido a alguien que educándole en la culpabilidad....